Suele ocurrir que las cosas que nos ocurren en la vida las achacamos a la suerte, al destino, a los demás, etc. Tendemos a olvidar como influye nuestra participación activa en esos hechos. O a ignorar cual es nuestra responsabilidad en lo que consideramos como algo externo y fuera de nuestro alcance, o círculo de influencia. Y como consecuencia, al ignorar cuánto está a nuestro alcance también ignoramos cómo podemos nosotros cambiar el estado de la situación.
Aquí está una explicación bastante clara de Stephen Covey, que a más de uno le hará sonar un click de "ahora comprendo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario